Escuchar música se hizo mucho más fácil en los últimos 10-20 años, primero vinieron los CDs, luego mp3s y, finalmente, con todos los servicios de streaming como Spotify, Last.fm o SoundCloud …
La música se convirtió en una fuente fácil y siempre accesible de entretenimiento rápido. Ya no compramos discos, saltamos pistas que no nos gustan, solo esta canción aquí y esta canción allá. La música perdió el sentido que tenía en el día. Las colecciones de música han perdido el significado que alguna vez tuvieron.
Lo mismo ocurre con el café. El café está donde quiera que vayas, hoy en día. Hay máquinas expendedoras de café en las escuelas, hospitales, gasolineras y así sucesivamente. Incluso, tú tienes esas máquinas de la cápsula donde puedes hacer un café en algunos segundos en casa. Las cafeterías están por todas partes – las grandes compañías de café tienen una cafetería en cada esquina, en cada ciudad grande, parece.
English Version: Is Coffee & Music the Perfect Addiction?
Tanto el café como la música se convirtieron en un producto al por mayor. Se pueden encontrar en todas partes, son fáciles de obtener y se pueden disfrutar rápidamente. Desafortunadamente, estas experiencias son tan fáciles de olvidar, una vez que el momento ha pasado.
Pero, hay un cambio que está ocurriendo ahora, en ambas áreas en todo el mundo. Con el aumento de las ventas de vinilo en los últimos años, con el denominado movimiento de la tercera ola de café en todo el mundo, se está volviendo a valorar la calidad.
La cara del café y la música está cambiando. Crédito: BiscuiTsi
Como amantes del café estamos pasando tanto tiempo preparando nuestro café, buscamos en internet nuevas tostiones, tenemos todo este equipo especializado en casa para preparar café, hacemos un ritual del proceso para hacer café. Utilizamos moliendas diferentes para diferentes métodos, dejamos que el café haga el efecto “bloom”, nos tomamos nuestro tiempo para desarrollar la preparación, probamos con diferentes temperaturas de agua. Utilizamos dispositivos y aplicaciones para asegurar que tenemos la mejor preparación cada vez que hacemos nuestro café.
En el momento en que el agua golpea los granos recién molidos, se parece al momento en que la aguja golpea la ranura inicial. Crédito: Dennis Tang
¿Por qué no combinar el café con otra cosa que amamos? ¿Otro ritual?
Escoger un disco de la estantería, ¿cuál elegir? ¿Qué iría bien en esta mañana particular? Tal vez ¿algunos sonidos suaves electrónicos para despertarnos fácilmente? O tal vez ¿algún thrash metal para despertar rápido si necesitas estar despierto en un segundo.
Una vez que decidimos la banda sonora de la mañana, sacamos el disco de funda y limpiamos el vinilo, lo colocamos en tornadiscos, cogemos la aguja y la colocamos suavemente en la ranura inicial. El débil sonido crujiente cuando la aguja se deja caer parece una reminiscencia de deleite de una gran floración de café; Estamos llenos de una energía de anticipación.Y entonces la música comienza, y te sientas y disfruta de cada minuto de la canción, porque no hay botón para pasarla. Cuando el primer lado se termina, tienes que levantarte para voltear el vinilo y comenzar el lado B. O simplemente empezar de nuevo.
Ese momento meditativo cuando el disco comienza a girar y la música comienza.
Solos, estas experiencias de apreciación de café y vinilo son momentos para abrazar y disfrutar. Al combinar nuestro café especial – recién molido y elaborado con amor – con la música enriquecemos la experiencia de ambos. El café sabe mejor cuando nos relajamos en la experiencia de escuchar; la música suena más rica mientras nos paseamos con sabrosos sorbos.
Esta combinación se convierte en un momento de meditación que no recibimos al escuchar en mp3’s, en un ordenador, o beber un café de cápsulas. Toda la obra que se dedica a preparar café y preparar el disco en el tornadiscos se convierte en un ritual.
Todos los sábados por la mañana voy a mi estantería de discos, miro la colección de mis discos y elijo un álbum. Luego, elijo el café del gabinete de la cocina, la preparación comienza y cuando se termina, el disco sigue girando y me siento y disfruto de ambos, el café y el vinilo.Tal vez sólo comienza el disco de nuevo después de la primera vuelta. Sólo tienes que darle tiempo para hundirse, saboreando todos los aspectos del café mientras escucha la música y mezcla todos los días la vida.
Este es mi ritual, y es una práctica que se puede adoptar fácilmente que recomiendo para los amantes de la música que aman el café, y los amantes del café que aman la música.
VER TAMBIÉN: Cómo Preparar Café en Casa: Una Guía para Principiantes
Combina los dos -Sostenedores de taza de vinilo.
Artículo escrito por J. Thomi y editado por N. Bhatt.
Traducido por Alejandra M Hernández
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